En el borrador del IRPF que Hacienda está preparando se contempla una flexibilización del concepto de vivienda habitual que podría favorecer fiscalmente a muchos propietarios. Con esta nueva norma se considera vivienda habitual aquella que reúna la condición en el momento de la compra o durante el año anterior.

¿Qué quiere decir esto? Pues que a partir de ahora una persona podrá comprar una nueva vivienda, vender la actual en el plazo de un año e irse a vivir a la nueva vivienda sin perder la exención de la plusvalía con la operación. Hasta ahora esto no era así, y si el propietario no invertía inmediatamente el importe de la venta de la vivienda en su nueva vivienda habitual no tenía derecho a la exención, con el quebradero de cabeza económico. Además, a mi entender, esto era injusto, puesto que no siempre es fácil coordinar la operación de vender y comprar en un horizonte temporal pequeño.

Vía | Cinco Días, El Economista