Generalmente, si un arrendador ha sufrido las hazañas de un inquilino moroso, cuando le vuelve a suceder sabe que cuanto antes presente la demanda, antes podrá disponer de su piso, pero esto no sucede siempre. Un estudio realizado por Alboreca Abogados de Vivienda basándose en unas 10.000 sentencias de desahucio acumuladas en el Registro de Arrendatarios Morosos Sentenciados (Reamse) hasta el mes de septiembre, un propietario tarda una media de 8 meses y 5 días en presentar demanda contra el inquilino moroso.

Pero dada la saturación de los juzgados y la dificultad en llevar a cabo las notificaciones de las citaciones al arrendatario (esto puede alargar el tiempo todavía más), aún deberán esperar varios meses más para dar solución al impago, que no siempre se solventa económicamente.

Una vez que el propietario ha puesto en marcha la demanda, pasa una media de 6 meses y 14 días hasta que sale la sentencia en primera instancia, pero eso no es todo, tras la sentencia pasan unos 3 meses y 16 días hasta que se inicia el procedimiento de desahucio del inquilino moroso.

Si sumamos desde el día en el que dejó de pagar el alquiler hasta que se inicia el procedimiento de desahucio, han pasado nada menos que 18 meses y 5 días, un año y medio en el que el inquilino ha disfrutado de una vivienda gratuita y que seguramente no llegará a pagar, ya que el propietario reclama una media de casi 4.000 euros que difícilmente se hará efectiva.

Una rápida actuación del propietario del piso puede facilitar que la actuación de un moroso se solvente por las buenas, sin llegar al desahucio y en mucho menos tiempo, pero en muchas ocasiones, mientras éstos no sufren económicamente debido al impago, dejan los meses pasar.

El informe ha desprendido también el aumento de casos de desahucio que está sufriendo la costa debido a la ocupación de viviendas en alquiler por extranjeros no comunitarios, pues saben que pueden vivir de alquiler, no pagar y salir impunes.

Según Alboreca, la creación de juzgados de apoyo y otorgar validez al intento de notificaciones realizadas en el domicilio del piso alquilado si el inquilino no ha facilitado otro domicilio, agilizarían estos trámites.

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