Salvando el serio problema del precio de la vivienda, una de las tareas más complicadas a la hora de comprar es elegir la que más se adecue a nuestras necesidades y exigencias, espacio, ubicación, servicios, calidad, comodidad… son muchos los factores que debemos tener en cuenta. Es primordial tomarse las cosas con calma y realizar diferentes comparativas sobre todas las ofertas del mercado que nos puedan interesar, además, tendremos que tener en cuenta cuál es la situación jurídica de la vivienda (aunque en la mayoría de ocasiones es la misma agencia inmobiliaria o la entidad financiera quien realiza esta gestión).
Para buscar una vivienda contamos con dos alternativas, a través de una agencia inmobiliaria o buscarla nosotros mismos, ya sea a través de internet (opción más recomendada) o buscarla físicamente en las zonas que hemos elegido. De todos modos, aunque encontremos una vivienda ideal a través de la red, siempre deberemos personarnos para conocer físicamente la situación del inmueble, la zona e incluso acudir en distintos días y a diferentes horas para garantizar que no existe ningún inconveniente.
Si decidimos que el inmueble nos lo busque una agencia inmobiliaria, deberemos transmitir toda la información posible sobre nuestras exigencias para que puedan hacer un trabajo profesional, ofreciéndonos solamente aquello que realmente nos puede interesar, cuantos más datos aportemos mejores serán los resultados. La agencia inmobiliaria nos ofrecerá varias posibilidades, recordemos que son intermediarios que trabajan entre vendedores y compradores, lo que quiere decir que no es la agencia quien nos vende un inmueble sino el promotor o el propietario de dicha vivienda.
Sin embargo, la agencia inmobiliaria sí nos podrá proporcionar sus servicios de gestión ofreciéndonos distintas posibilidades de financiación en la compra y el control de que todo este en regla, es decir, que el inmueble se encuentre al corriente de todos los pagos como puede ser la comunidad o la contribución, que no existe ningún tipo de carga, etc. Aunque estos servicios no suelen ser obligatorios, la mayoría de las agencias los ofrecen, de hecho es una garantía que nos evita pérdidas de tiempo o posibles complicaciones.
Si llegamos a un entendimiento y queremos comenzar los trámites para adquirir una determinada propiedad, debemos tener muy presente que antes de firmar un contrato o desembolsar una paga y señal, hay que examinar las características del inmueble intentando ser meticuloso. En muchas ocasiones, algunos problemas surgen después de haber adquirido la vivienda, recordemos que son los vicios ocultos, este término referencia los posibles fallos ocultos que no se detectan en una construcción de obra nueva pero que con el paso del tiempo van apareciendo.
Las calidades, las instalaciones, la luminosidad, la insonorización y las vistas entre otros, son conceptos a tener en cuenta, hay que pensar que si uno de ellos nos falla puede complicarnos la feliz compra. Unos vecinos ruidosos y una paredes que no cumplen la normativa de insonorización vigente podría terminar con nuestra paciencia, por eso es interesante acudir a la vivienda a distintas horas.
Ante las posibles dudas, es interesante que nos acompañe un experto en construcciones que nos pueda certificar la calidad y el estado del inmueble, alguien que no tenga nada que ver con la agencia inmobiliaria ni con el propietario, su veredicto será imparcial. Hay que tener en cuenta que desean vender y lo que ellos pueden catalogar como algo sin importancia, puede ser para nosotros un problema serio.
Son muchos aspectos a tener en cuenta, no precipitarse es fundamental, de este modo podremos conseguir una vivienda más satisfactoria.
Vía | Cinco días
En Cienladrillos | Cómo comprar o vender con mayor éxito durante la desaceleración inmobiliaria