En las fábricas de ladrillos de Bailén, Jaen, donde se producen casi el 30% de los ladrillos de España, la crisis inmobiliaria ya ha empezado a sentirse. La producción está estacada desde julio, y esto indica que desde hace un año se construye menos, ya que el ladrillo es lo último que se pone y por tanto una crisis en la construcción tarda un año en afectar a las fábricas de ladrillos.
De momento algunas fábricas han tenido que parar de producir, y estas Navidades otras tantas aprovecharán las fiestas para unirse al grupo. No son necesarios tantos ladrillos y si se sigue produciendo como años atrás los precios caerán, cosa que se trata de evitar. Sin embargo algunas empresas han comenzado a bajar sus precios.
Sin embargo las empresas que fabrican ladrillos no ven el horizonte muy nublado. Dicen que ante el boom urbanístico que ha vivido España en los últimos años se empezaron a utilizar otros materiales, como el pladur, y que con la actual crisis se intentará vender confiando en mejores calidades y en este tipo de construcciones primará el ladrillo. También ayuda el Código Técnico de Edificación, que establece unas calidades mínimas en la construcción.
Un síntoma más de un sector en crisis y un colectivo más que se puede ver afectado por esta crisis.
Vía | El País