Como bien sabrás, si eres joven, en algunos aspectos, te beneficia bastante, porque te dan más ayudas, mejores garantías e incluso más oportunidades que a otras personas.
Una persona es considerada joven cuando está en el ratio de edad que va desde los 18 a los 30-32 años aunque esto difiere bastante en los bancos porque cada uno de ellos tiene un baremo diferente, es decir, que pueden considerar joven hasta los 30 años y otros hasta los 25 años. Después hay casos de admisión de solicitudes de mayores de 35 años pero normalmente, en términos generales, la edad máxima para solicitar una hipoteca joven es de 35 años.
Las hipotecas para jóvenes tienen menos requisitos, se reducen las comisiones y permiten plazos de pago más amplios (así como tipos de interés más bajos). En los bancos hay muchas propuestas para los jóvenes que, si bien tienen un punto en común, lo cierto es que cada una de ellas es muy diferente.
En este tipo de hipotecas el plazo máximo para cancelarlas suele rondar los 40-50 años, lo que hace que uno esté endeudado casi hasta que llega a la tumba. Eso hace que sean tan ventajosas porque no se paga mucho pero el hecho de saber que tienes una casa y que vas a tener que pagarla durante 40 años ya asustaría a muchos (porque nunca se sabe lo que depara el futuro).
Por supuesto, un aspecto importante a tener en cuenta es la edad con la que se va a solicitar la hipoteca porque, por norma general, se suelen hacer unas hipotecas donde se establezca que, la edad máxima para cancelar la hipoteca, sean los 70 años, es decir, que te harán una hipoteca personalizada a tu edad para que, más allá de los 70 años, no tengas que pagar más sino que la deuda esté saldada en ese momento.
Vía: 20 minutos