En esta situación de parón inmobiliario en la que nos encontramos actualmente, podemos conocer algunas oportunidades de negocio un tanto sorprendentes.
Es el caso que se está dando en Palma de Mallorca, los molinos y el inmueble junto a ellos son el centro de atención. Quizás el molino ya no funciona, pero parece que resulta atractivo para el sector turístico que no duda en ofrecer cantidades muy significativas por los inmuebles con molino incorporado.
Se llega a pagar hasta un millón y medio de euros por un inmueble de 350 metros cuadrados con molino restaurado y 4.000 metros cuadrados de terreno. Desde luego, si se trata de buscar algo verdaderamente rústico en la isla, estas son las construcciones idóneas. Este es un claro ejemplo de cómo una herramienta de trabajo antaño, se convierte en un bien preciado, si los molineros levantaran la cabeza…
No importa si el molino no está restaurado, el atractivo persiste y la venta resultará más cuantiosa por este añadido, un ejemplo que nos muestran en la publicación digital El Mundo lo confirma. Una casa molino del pueblo de Artá, con 300 años de antigüedad, 7.000 metros cuadrados y por supuesto un molino, se comercializa por medio millón de euros, de haberlo sabido algunos inversores hace algunos años, ahora estarían haciendo un buen negocio en plena crisis inmobiliaria.
Este tipo de edificaciones son consideradas actualmente viviendas de lujo y obviamente los compradores suelen tener un poder adquisitivo elevado. Los principales clientes de estas edificaciones suelen ser alemanes a quienes parece que los molinos los han logrado seducir.
Vía | El Mundo
Más información | Mallorca Property Centre