Se están dando dos situaciones conjuntamente que explican por qué las inmobiliarias están pasando por tantos apuros últimamente. La primera es que tienen unas abultadas deudas debido a que en los últimos años era un sector boyante y los ingentes ingresos les permitían endeudarse por cifras muy altas.
La segunda es que ahora que tienen que pagar sus deudas, el valor de sus activos se está depreciando. El precio del suelo está cayendo con fuerza. Los descuentos que se manejan en la actualidad respecto a los precios de compra máximos rondan el 20%.
Cuenta El País que un promotor que pagó 28 millones de euros por un terreno ahora sólo encuentra ofertas por 12 millones. Y como digo, el problema de esto es que necesitan el dinero para pagar las deudas, ya que las promociones se venden mal.
Si una empresa debe estar respaldada por sus ventas, sus fondos propios y deuda, parece que en el mercado inmobiliario actual muchas empresas tienen casi todo su capital basado en deuda. Y eso no es nada bueno para la viabilidad de la empresa. Las cosas deberán volver a su cauce y la única duda es cuántas empresas no podrán lograrlo.
Vía | El País