El Gobierno ha decidido reformar el Plan Estatal de Vivienda 2004-2008, que como su propio nombre indica está apunto de terminar, para incrementar la oferta de vivienda protegida en alquiler o venta.
El conjunto de nuevas normas está bastante bien explicado en El País, y el resumen que se podría hacer de ellas es que ayuda a los promotores inmobiliarios a que pasen sus viviendas en stock que se construyeron como viviendas libres al mercado protegido, rebajando los requisitos que tenían que cumplir, dándoles ayudas y subiendo los precios (aunque no mucho).
El argumento que ha usado el Gobierno es que por un lado esta medida ayuda al sector de la construcción que está sufriendo un parón importante (qué curioso, cuando el sector estaba en auge y muchas personas no podían comprarse una vivienda nadie les ayudó). Y además afirman que estas medidas no perjudican a nadie, sino que aumenta la oferta de viviendas protegidas.
Habrá que ver si efectivamente estas medidas ayudan a lo que realmente importa, que no es salvar el sector de la construcción, sino que los ciudadanos puedan emanciparse en unas condiciones dignas y sin dedicar más del 33% de su sueldo a pagar dicha vivienda (ya sea renta de alquiler o hipoteca).