Así es, los alquileres no declarados y otros fraudes inmobiliarios tienen sus días contados, Hacienda se endurecerá a partir del próximo año gracias a las nuevas armas de las que dispondrá para luchar contra este tipo de fraude. Algunas de ellas ya las hemos mencionado en Cienladrillos, la conexión directa con todas las notarías del país, el rastreo de los contratos eléctricos y el pago de sus recibos, etc.
Según indica Luís Pedroche, controlar los contratos de las compañías eléctricas ha sido un tema muy complicado, numerosos errores en unos 1.700.000 contratos debían subsanarse para poder cotejar y conocer a quién pertenece un contrato eléctrico y si éste es el propietario de la vivienda. Los errores más comunes hacían referencia a la descriptiva, utilizar “calle de” si en realidad se trataba de una avenida, este error ha bastado para tener que retrasar la posibilidad de contrastar la información oportuna hasta enero del próximo año.
Según indica Jesús Gascón, director de Gestión de la Agencia Tributaria, la idea es meter todas las armas disponibles en una coctelera de manera que el resultado sea un cúmulo informativo con el que detectar a los infractores que evaden al fisco. De hecho, Hacienda cree que el fraude será prácticamente erradicado, aunque en nuestra opinión, siempre aparecen nuevas triquiñuelas capaces de eludir la vigilancia de este organismo, pero ya se verá.
Otro aspecto que no está contemplado en la caza y captura de los alquileres sumergidos son aquellos que se realizan en las costas españolas, especialmente en las temporadas veraniegas. De ello ya hablábamos en el post, La costa española cuenta con el 66% de alquileres en negro, sobre la solución a este tema ya se realizaron iniciativas, pero dado el amplio volumen de personal necesario para realizar el control oportuno (se trataba de inspecciones realizadas puerta por puerta), desecharon la medida.
De todos modos el cerco se estrecha y el fraude inmobiliario remite a marchas forzadas, las actuaciones que se contemplan para el próximo año contarán con la incorporación de 400 profesionales y un presupuesto mayor en un 4% con respecto al presente año que ascendía a 1.240 millones de euros.
Los alquileres vacacionales son un tema aparte que quizás costará controlar, pero dado el gran volumen económico que genera, seguro que Hacienda ya dará con una solución para su control y por su puesto obtener la correspondiente recaudación tributaria.
Vía | La Vanguardia
Más información | 5 Días
Más información | Agencia Tributaria
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