La idea que pretende implantar la multinacional Velux se fundamenta en conseguir una vivienda de construcción sostenible, al mismo tiempo que centra su diseño en una arquitectura típica Mediterránea. Se trata de ambientes con luz y aire fresco, capturándolos del lugar más apropiado para esta función, que no puede ser otro más que el tejado.
Atika consiste en un prototipo que se puede observar a escala real en los viajes promocionales que se realizarán por el sur de Europa. Para conseguir esta permanente movilidad, la construcción se ha basado en la ligereza, permitiendo montar y desmontar el módulo de 10 a 20 veces en todo el itinerario.
Las ventajas que presenta este modelo respecto a la construcción tradicional son varias: el tiempo de construcción se reduce aproximadamente en una tercera parte, la estructura se vuelve más estable y precisa, mejoras en la calidad y control del edificio gracias a su particular construcción y, como aspecto más destacado, la capacidad casi total de reciclaje de la vivienda.
Como ya se ha apuntado antes, su arquitectura sigue el patrón mediterráneo tradicional, dando especial importancia a la iluminación y al clima interior. Estos factores, unidos a la posibilidad de reciclaje, hacen que se presente como una alternativa real a la situación actual de la costa mediterránea, que no pasa por sus mejores momentos como ya señalamos en un artículo anterior: La costa se llena de ladrillo.