Pues si hacemos caso a lo publicado por El confidencial sobre un informe de Tecnocasa, parece que muchos piensan que sí. Según este medio, los propietarios están rebajando a los dos meses una media de 18.000 euros el precio de sus viviendas usadas ante la dificultad de venderlas. Ojo, el estudio se refiere a una rebaja sobre el precio inicial que pedían por la casa, no a que se haya producido una caída del precio de la vivienda usada.
Pero aún así el dato tiene su importancia. Ya se sabía que cada vez se tarda más en vender una vivienda, pero el hecho de que se esté dispuesto a rebajar las pretensiones económicas para garantizar una venta rápida es un síntoma de que hay un temor a que en el futuro no se mantengan las altas rentabilidades de hoy. Y si esa mentalidad se generaliza, tendrá un impacto real en los precios, la prisa por vender influye en la bajada de los precios.
Vía Menéame.