El Reino Unido, uno de los países que más han sufrido el boom inmobiliario de los últimos años (junto con Estados Unidos o España, entre otros) está viviendo una clara ralentización de su mercado, con caídas de los precios por primera vez en dos años.
En los últimos tres meses (junio, julio y agosto) los precios de las viviendas han caído un 1,8%, la primera caída desde octubre de 2005. Y además a esto hay que sumarle las inestabilidades financieras (que restringirán los créditos hipotecarios) junto a la menor demanda de viviendas que se viene experimentando desde hace nueve meses.
El mercado se está desacelerando, no sólo en España.
Vía | El Economista