Hoy, 1 de julio de 2007, entra en vigor la nueva Ley del Suelo, que sustituye a la de 1998. A la anterior Ley se le ha achacado muchas veces ser la responsable de la situación inmobiliaria que vivimos en España, aunque hay que tener en cuenta que han sido varios los factores que nos han llevado al boom inmobiliario en el que estamos inmersos.
Con esta nueva ley se pretenden corregir ciertas cosas. Por ejemplo, a partir de ahora se fija en un 30% el suelo reservado para vivienda protegida en zona residencial, y se limita el precio de venta o subasta de terrenos públicos.
Esperemos que esta intervención pública sirva para que al menos la gente que no puede disfrutar de un acceso a la vivienda pueda tenerlo, aunque muchas veces soy escéptico ante estas medidas. Porque, ¿son caras las viviendas porque el suelo es caro o porque la gente ha conseguido pagar precios desorbitados por una vivienda? Es decir, si a partir de ahora el suelo va a ser más barato, ¿van las inmobiliarias a vender más baratas las viviendas que construyan? No necesariamente, sólo si la demanda es inferior a la oferta, hasta que se compensen.
Seguro que los lectores tendrán una opinión interesante sobre este asunto.
Vía | El País